1. Controlar con precisión el ambiente del invernadero.
La clave para aumentar la producción en invernaderos reside en adaptar las condiciones ambientales al crecimiento de los cultivos. La temperatura debe regularse de forma diferente según la variedad. Para cultivos que requieren calor, la temperatura diurna debe ser de 25-30 °C y la nocturna de 15-20 °C. Para cultivos resistentes al frío, la temperatura diurna debe ser de 15-20 °C y la nocturna de 5-10 °C. El equilibrio dinámico se logra mediante un control inteligente de la temperatura, equipos de ventilación, mallas de sombreado y mantas de aislamiento térmico. Cuando la luz es insuficiente, utilice lámparas LED para el crecimiento de plantas para complementar la luz, combinadas con luz azul de 450 nm y luz roja de 660 nm. Proporcione de 4 a 6 horas de luz suplementaria durante la etapa de plántula y de 8 a 10 horas durante la etapa de fructificación. Al mismo tiempo, limpie la película del invernadero para aumentar la tasa de transmisión de la luz. La humedad del aire debe mantenerse entre el 60 % y el 80 %. Si es demasiado alta, se puede realizar ventilación y deshumidificación o se puede colocar una película de plástico. Si es demasiado baja, rocíe agua para aumentar la humedad y utilice riego por goteo para mantener el equilibrio de la humedad del suelo.
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2. optimizar la gestión de la plantación
El suelo debe ararse profundamente y mezclarse con fertilizante orgánico bien descompuesto y agentes microbianos. Se debe adoptar la rotación de cultivos, el barbecho o la desinfección para evitar obstáculos continuos al cultivo. La aplicación de agua y fertilizantes debe seguir el principio de "pequeñas cantidades y múltiples". El riego por goteo debe combinarse con fertilizantes solubles en agua. Se debe enfatizar la fertilización nitrogenada durante la etapa de plántula, y aumentar la fertilización con fósforo y potasio durante la etapa de floración y fructificación para complementar el sustrato y los oligoelementos. Se debe realizar la poda oportuna y la eliminación de hojas enfermas y viejas. Para cultivos trepadores, se deben construir enrejados con vides colgantes. La densidad de plantación debe ser tal que las hojas no se superpongan, para lograr un aprovechamiento eficiente por unidad de superficie.
3. Fortalecer la prevención y el control de plagas y enfermedades
Adhiérase al principio de "prevenir primero y controlar integralmente", seleccione variedades resistentes a enfermedades y plagas, implemente una rotación de cultivos razonable y mantenga los campos limpios. El control físico se puede lograr instalando mallas antiinsectos de 40 a 60 mallas, colocando paneles amarillos y azules, y utilizando lámparas insecticidas para atraer y eliminar las plagas. En verano, el invernadero se puede desinfectar con aire comprimido durante las altas temperaturas. Cuando sea necesario, libere insectos enemigos naturales o aplique pesticidas biológicos. Cuando las plagas y enfermedades sean graves, seleccione de forma científica pesticidas químicos de baja toxicidad y baja generación de residuos, y respete estrictamente el período de seguridad.
4. Aprovechar las tecnologías inteligentes
Implementar un sistema de monitoreo del Internet de las Cosas para recopilar datos como temperatura, humedad y luz mediante sensores, y controlar automáticamente el riego, la iluminación complementaria y otros equipos. La tecnología de cultivo sin suelo puede reducir las enfermedades transmitidas por el suelo. Mediante el uso de sustratos como fibra de coco y lana de roca, la preparación precisa de soluciones nutritivas y el monitoreo regular de los valores de pH y CE, se puede mejorar la tasa de utilización de agua y fertilizantes, así como la eficiencia de la gestión, lo que contribuye a altos rendimientos y calidad.
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En conclusión, para aumentar la producción en invernaderos, es necesario controlar con precisión la temperatura, la luz y la humedad ambiental, optimizar el manejo del suelo, los fertilizantes, el agua y las plantas, reducir las pérdidas de enfermedades mediante la prevención y el control de plagas, y mejorar la calidad y la eficiencia mediante el uso de tecnologías inteligentes como el Internet de las Cosas y el cultivo sin suelo. Al tomar múltiples medidas coordinadas, no solo se pueden satisfacer las necesidades de crecimiento de los cultivos, sino también optimizar la utilización de los recursos, logrando así un cultivo en invernadero de alto rendimiento y alta calidad.