Ante la creciente escasez de tierras y la creciente volatilidad climática, las granjas en contenedores han abierto un nuevo camino para el cultivo de fresas. Este modelo de cultivo intensivo está cambiando gradualmente la situación tradicional, donde la producción de fresas dependía del clima. Las ventajas de las granjas en contenedores son notables. Permiten controlar con precisión la temperatura, la humedad y la luz mediante sistemas inteligentes, lo que permite que las fresas se liberen de las limitaciones estacionales y alcancen una producción anual estable. Además, el entorno cerrado de los contenedores permite aislar plagas y enfermedades, reducir el uso de pesticidas y garantizar la seguridad alimentaria de las fresas. Además, su diseño modular ahorra terreno, lo que permite la construcción incluso en las afueras de las ciudades. Esto acorta la distancia de las fresas desde el campo hasta la mesa, maximizando la conservación de su frescura. Sin embargo, el cultivo de fresas en contenedores también enfrenta desafíos. El costo inicial de la inversión en equipo es relativamente alto, incluyendo sistemas de control de temperatura, instalaciones de cultivo sin suelo, etc., lo que impone un alto umbral de exigencia para los pequeños y medianos productores. Además, el espacio limitado en los contenedores implica que optimizar la distribución de la plantación para aumentar el rendimiento y equilibrar el consumo de energía con los beneficios de la plantación siguen siendo problemas por resolver .
De cara al futuro, las granjas en contenedores tienen un gran potencial. Gracias a la modernización tecnológica, los costos de los equipos disminuyen gradualmente y la gestión inteligente mejora constantemente. Se espera una mayor eficiencia de siembra en el futuro. Al mismo tiempo, la creciente demanda de productos agrícolas seguros y frescos por parte de los consumidores también ofrece un amplio mercado para el cultivo de fresas en granjas en contenedores. Si las granjas en contenedores logran integrar tecnologías como la energía fotovoltaica y el reciclaje de agua, se desarrollarán de forma más ecológica y sostenible, convirtiéndose en una parte importante de la agricultura urbana.